Descripción
El hijastro de Kymber Leigh tiene muchos problemas a la hora de dormir. Por un lado, necesita masturbarse sí o sí para poder conciliar el sueño. Por otro, la noche y la oscuridad le dan mucho miedo, y se lo pasa teniendo pesadillas. La otra noche, como el padre estaba de viaje, estaba tan atemorizado que le pidió a la madrastra que lo dejara dormir en su cama. Ella estaba en bragas, lo que lo puso al cien y lo motivó para masturbarse, así que la madrastra lo dejó pajearse hasta correrse para que pudiera dormirse y, al final, acabó masturbándolo ella misma y limpiándole la polla con una mamada para que se durmiera contento.
