Descripción
Estas dos zorras lesbianas se dieron un festín sexual sin límites el día en que se animaron a romper la barrera que separaba la amistad del sexo. Aunque las dos eran lesbianas y lo reconocían, hasta entonces nunca habían follado juntas. Preferían mantener esa distancia para seguir siendo solamente amigas, pero un día se dieron cuenta de que ya era imposible evitar sentir lo que sentían por la otra y tuvieron su primer encuentro. Abundaron las comidas de coño, las chupadas de tetas, las masturbaciones mutuas, las tijeras y, por supuesto, los morreos mirándose a los ojos. Las dos estaban arrepentidas de no haberlo hecho antes.
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