Descripción
Este chico no se esperaba que después de contratar los servicios de una entrenadora personal para que le ayudara en sus ejercicios de gym diarios le obligaría a comerle el coño allí mismo. Con la excusa de que tenía que reforzar el cuello para poder hacer mejor los ejercicios le dice que se va a sentar encima de él con el culo en su cara para que él saque la lengua y se la meta por su agujero caliente.