Descripción
Lo último que se imaginaba esta rubia cuando se puso a tomar el sol en la orilla del lago fue que acabaría regresando al coche desnuda, con el bolso y la manta en la mano y las tetas llenas de semen. Todo gracias a que un falso policía la pilló y le hizo creer que, por estar en un sitio prohibido, tendría que chuparle la polla si no quería que la llevara detenida. La tetona ni siquiera pensó en que podía estar siendo engañada. Le ordenaron que chupara una polla y ella, siempre colaboradora con la ley, se puso a mamársela. Después era el momento de follar, y se sentó sobre el rabo del policía para le resultara más fácil follársela. Al final el tío decidió correrse en sus tetas, y ella se las ofreció con gusto. Cualquier cosa con tal de no tener problemas con la justicia.
Categorías