Descripción
No hay dudas de que las parejas liberales se lo pasan mejor que todas las demás. Una vez que vencen el temor a que los cuernos arruinen la relación, se sienten totalmente libres de hacer cualquier guarrada. Por eso es que abundan las orgías, los tríos, las fiestas y las quedadas de parejas swingers, como esta que montaron unos cuantos amigos casados con sus esposas en una piscina. La consigna era que todos, hombres y mujeres, estuvieran desnudos. A partir de eso, cualquier cosa podría suceder… y así sucedió. Todos acabaron follando y muchas zorras pudieron disfrutar por primera vez de dos pollas taladrándolas al mismo tiempo, ya sea por el coño y el culo o por la boca y el chocho.
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