Descripción
O esta jovencita no sabía el cruel castigo que le esperaría por desobedecer a la madrastra o evidentemente estaba buscando ser castigada, ya que aunque se la ve bastante atemorizada y asustada, se la escucha gemir en varios momentos mientras recibe unas nalgadas y unos latigazos tremendamente fuertes. Después de ser obligada a desnudarse para recibir las nalgadas, la madrastra le ordenó que se volviera a poner el vestido con un único objetivo: destrozárselo. Previo a eso, le puso tobilleras y muñequeras para atarla de pies y manos. Así, completamente indefensa, le cortó el vestido con un cuchillo dejándola completamente desnuda. Después llegaron los latigazos, siempre bajo la amenaza de cortarla con la navaja. Para cualquiera sería una experiencia escalofriante. Para la hijastra, sin embargo, parece haber sido muy placentera. ¿Será que le gusta el BDSM tanto como a la esposa del padre?