Descripción
La primera vez que mi novia y yo nos pusimos a follar frente a la webcam fue un sábado por la noche que, para condimentar un poco nuestra relación, se nos ocurrió hacer algo distinto. Ella nunca antes se había exhibido delante de un desconocido, y le provocaba mucho morbo. Para mí, que la vieran desnuda y se masturbaran mirando como me follaba a mi novia, era algo completamente nuevo. La verdad es que nos encantó. Me gustó mucho que al otro lado de la cámara nos pidieran qué hacer y nos fueran guiando. Mi novia se puso al cien sintiéndose una puta obediente, pero lo que más le calentó fue que le dijeran todo el tiempo lo buena que estaba y que tenía unas tetas y un culo increíbles. Después de corrernos, apagamos el ordenador y le dije que me encantó follarla frente a la webcam. Desde entonces, todos los sábados entramos al videochat para tener sexo.
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