Descripción
Esta jovencita africana se sentía toda una pornostar mientras estaba de rodillas rodeada de pollas que entraban y salían de su boca. Le gustaba mucho hacer mamadas, pero eso era una experiencia totalmente diferente. Sentirse tan puta, usada y humillada la ponía a mil por hora. Cuando empezaron a follársela, comenzó a sentir un placer indescriptible. Por primera vez se dio cuenta de que no es lo mismo follar con un tío a solas que rodeada de mirones que esperan su turno para meterle la polla en el coño o en el culo. El final no pudo ser mejor. Los tíos se corrieron uno tras otro dentro de su boca, haciéndole tragar litros de leche para convertirla en un depósito de semen. ¡Qué puta y sucia se sintió!
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