Descripción
Mi mujer me juró que se portaría bien en la despedida de soltera de su hermana. El hecho de que me hubiera contado que sería en una disco de strippers me tranquilizó bastante. Su sinceridad era para mi su carta de confianza, y me fui a dormir tranquilo, convencido de que amanecería sin cuernos. Lamentablemente, me equivoqué y mucho. A los pocos días encontré en un sitio de videos XXX el video de aquella fiesta. Tanto ella como la hermana y las zorras de las amigas se habían pasado la noche chupando pollas. Pero eso no era lo peor, ya que al final pude comprobar como la muy cerda se dejaba comer el coño por un stripper ante todo Dios.
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