Descripción
Alexis Fawx no podía creer lo que estaba haciendo su paciente, Annabel Redd. De pronto, la rubia ninfómana se había sentado sobre la mesa, había sacado las tetas para pellizcarse los pezones y se estaba metiendo los dedos en el coño. No había prueba más fehaciente de que tenía graves problemas psicológicos y una adicción al sexo muy severa, pero la terapeuta sabía cómo consolarla. Comiéndole el coño y metiéndole los dedos, logró que la ninfómana lesbiana empezara a tener un orgasmo tras otro y se calmara definitivamente. Eso sí, la morena se quedó tan caliente que decidió cobrarle la terapia en carne.