Descripción
Harry Rivera es un viejo verde que no se avergüenza de nada. En la casa todos saben que es un pajero que se lo pasa mirando porno todo el día. Ni siquiera es capaz de apagar la televisión cuando aparece la nieta. Es que encima el muy cerdo no lo hace en el móvil a escondidas, sino en el salón, con el televisor a tope. El día en que Kristine Rose lo pilló, sintió mucho morbo y curiosidad. Ver a su abuelo mirando escenas de parejas follando le excitó tanto que enseguida empezó a tocarse. El viejo se calentó al máximo al verla, así que la guarra acabó mamándole la polla al anciano para comprobar que todavía le quedaba leche por lanzar.
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