Descripción
Que mi exjefa pusiera en una historia que ese día le tocaba visitar la playa nudista del mismo sitio en el que yo estaba de vacaciones, me alegró la mañana. Era mi oportunidad perfecta de vengarme de la zorra que me había echado del trabajo. Solo tenía que encontrarla y grabarla a escondidas, lo cual fue bastante sencillo. Cuando la pillé, me escondí detrás de un médano y, con mi móvil, comencé a grabarla enseñando sus hermosas y enormes tetas. La polla se me puso como una piedra de solo mirárselas, y cuando el marido se puso a darle crema en el culo y corrió sus bragas dejándome ver en primer plano su chochito depilado y su delicioso ojete, no pude evitar correrme en el pantalón.
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