Descripción
Ginger Grey todavía no sabía ni siquiera lo que era el sexo cuando el viejo pervertido de Evan Stone se la folló. Ella, confiada de que él era el padre de su padrastro, se dejó llevar poco a poco por la situación hasta que cayó en sus garras. Solos, en su tienda de videojuegos y películas retro, el anciano logró seducirla y ponerla a comerle la polla. Ofreciéndole un presente lleno de entretenimiento vintage, logró follársela en medio del salón como si fuera una puta cualquiera, olvidándose por completo de que aquella inocente jovencita pelirroja era prácticamente su nieta. ¡Que abuelo más cerdo!