Descripción
Monika Fox sentía que estaba tocando el cielo con las manos. Siete maromos con las pollas duras como piedras la estaban rodeando y todos, sin excepción, querían penetrar su cuerpo. No importaba por donde. Les daba lo mismo metérsela por el culo, por el coño o por la boca. Lo que no querían era que ella se arrepintiera y tuvieran que quedarse con las ganas, así que rápidamente empezaron a follársela. Los dos primeros, como era de esperar, le hicieron la doble penetración. El tercero la puso a mamarle la polla y, los demás, se turnaron entre sus manos y su boca a la espera de que alguno le llenara el culo o el coño de leche y les liberara el agujero. ¡Qué bien se lo pasaron los ocho en este gangbang inolvidable!
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