Descripción
Nada volverá a ser igual que antes para esta pareja asiática. El asalto cambió sus vidas para siempre. Los ladrones ataron y amordazaron al marido mientras le arrancaban la ropa a la esposa hasta dejarla completamente desnuda. Después sacaron las pollas y la obligaron a metérselas en la boca. Después de chupar las tres pollas, la pusieron a cuatro patas y la penetraron por detrás. Brutalmente y sin piedad, le follaron el coño delante del pobre esposo, que no hacía más que lamentarse y llorar de la impotencia. El pobre se arrepiente todos los días de no haber podido hacer nada para defenderla. Ella, en cambio, se siente culpable por lo mucho que le gustó tener tantos rabos para ella sola.
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